16 Jun Jorge Tabilo A., Rector UCN: “El justo equilibrio entre lo público y lo privado”
Con asombro, durante los últimos días hemos visto surgir la discusión en torno a un aparente dilema sobre la supuesta “falta de solidaridad” de las instituciones que somos parte del Sistema Público de Educación Superior.El emplazamiento apunta a la decisión del Consejo de Rectores de las Universidades Chilenas (CRUCh) de descartar la propuesta del Ministerio de Educación en cuanto a utilizarlos excedentes del Fondo Solidario de Crédito Universitario (FSCU) para ir en ayuda de todas las instituciones del sector, en el marco de la crisis provocada por la pandemia de COVID-19.
Sin embargo, el rechazo del CRUCh a esta idea se basa en que el FSCU es un fondo autónomo gestionado por cada universidad que el propio sistema ha establecido y cuyo monto depende tanto de la cantidad de asignaciones que se hacen todos los años, como de la gestión que haga cada institución en materia de recaudación. Gestión, por cierto, que también implica la destinación de recursos permanentes de la universidad para financiar personal y equipamiento, entre otros.
Cuando se propuso esta forma de operar, asumimos dichas inversiones porque todos pensamos que este crédito tiene un fin noble, cual es dar financiamiento a un sector importante de la sociedad que no tiene medios económicos y que no puede acceder a financiamiento de la banca. Este sistema, que definió las conductas de las universidades, buscó estimular la eficiencia en la gestión de esos recursos.
Al hacer una buena gestión, las instituciones de alguna manera lograban tener más herramientas para la implementación de su rol público, ya que los recursos recuperados retroalimentan el FSCU y son aprovechados para beneficiar directamente a los sectores que más lo necesitan.
El problema con la reciente propuesta del Ministerio de Educación no es la falta de solidaridad: es el cambio de las reglas. Eso genera desconfianza, más aún entre las instituciones públicas no estatales, que durante los últimos años hemos sentido que no se aprecia en toda su dimensión la enorme contribución que realizamos al desarrollo integral de nuestro país.
Esta tendencia atenta contra el justo equilibrio entre lo público y lo privado en un sistema que apunta a lograr una sociedad más justa que aproveche todas sus capacidades, incluyendo el aporte que realizan organismos sin fines de lucro como las universidades no estatales del CRUCh.
Fuente: Diario La Región 16.06.2020
http://www.diariolaregion.cl/edicion-martes-16-de-junio-2020/