21 Jul Aliro Bórquez N., Rector UCT: “Transferencia tecnológica e internacionalización: las universidades y su aporte global”
La internacionalización universitaria es un proceso dinámico, multidimensional y potencialmente transformativo, no excluyente de la dimensión territorial, que contribuye a la mejora de la educación, la investigación y la innovación.
Para que tenga sentido, debe contribuir al desarrollo socio económico nacional o regional donde las universidades están insertas. Al mismo tiempo, en su proceso de internacionalización, las universidades deben aportar a los retos globales de las sociedades del mundo a partir de saberes locales o territoriales.
Sin embargo, la internacionalización no es un objetivo en sí mismo, sino un medio para mejor la calidad de la educación, la investigación y hacer una contribución significativa a la sociedad. La internacionalización, por ende, debe enriquecer las líneas misionales de una institución y debe hacerlo desde su identidad. Solo así será capaz de enriquecer a toda la comunidad universitaria y también el entorno en que esta se encuentra inmersa.
Por otra parte, la transferencia tecnológica que hace una universidad puede ser desarrollada a partir de investigaciones e innovaciones propias que generen nuevos productos, servicios o nuevos negocios. También, a partir del capital humano avanzado con que cuenta, las universidades pueden adaptar y transferir nuevas tecnologías para el desarrollo local o nacional. Las innovaciones que son transferidas desde la universidad hacia la sociedad como productos o servicios no solo son de tipo tecnológico, sino que también puede ser del ámbito social, ambiental y económico, entre otras. De igual manera, no solo se podrán hacer adaptaciones e innovaciones tecnológicas propiamente tal, sino que también a partir de otros ámbitos de saber disciplinario.
Hasta ahora, las universidades a nivel global, incluidas las instituciones de nuestro país, han centrado sus esfuerzos de internacionalización en la investigación, la formación, la movilidad o en elementos y acciones aisladas que no integran todo el quehacer institucional.
En este contexto, la innovación es fundamental para el desarrollo de un país. Más aun si esperamos que las regiones expresen sus potencialidades para salir al mundo con experiencias e innovaciones particulares que pudieran ser útiles en otras latitudes. Es así como la generación de redes de colaboración es un camino que las universidades deben apostar fuertemente para la formulación de nuevos proyectos que potencien las particularidades propias de su territorio, para generar conocimiento apropiado e inédito, así como también generar alianzas estratégicas universidad-empresa para desarrollar innovaciones o transferencia de conocimiento para potenciar el desarrollo territorial.
Mucho por hacer
Particularmente, en La Araucanía tenemos diversas iniciativas en ejecución que van desde abordar el aumento de la calidad de la leche; la identificación de nuevas rutas turísticas o manejo de sistema de riego integrado con alta tecnología para medianos campesinos.
Todas ellas se van generando en conjunto con empresas e instituciones públicas. Su crecimiento va desde su incubación hasta el desarrollo de los modelos de producción, probablemente con potencialidad para internacionalizar. No obstante, las transferencias de tecnologías e innovaciones propias; es decir las creadas en las universidades o en red con empresas, a veces están limitadas a la internacionalización si no se han registrado su propiedad industrial o si esa propiedad intelectual no se ha registrado internacionalmente.
Por lo tanto, esto es un tremendo desafío para las universidades en el contexto de globalización que vivimos. Por otra parte, las áreas de innovación y transferencias de las universidades deben profundizar en el conocimiento y manejo de bases de datos de registros nacionales e internacionales de patentes y/o propiedad industrial, a fin que sus estrategias de transferencia de tecnología propia o la de adaptación tecnológica que buscan desarrollar sea exitosa en el marco de una estrategia de internacionalización.
En este sentido, un aliado muy importante para las universidades es el Instituto Nacional de Propiedad Industrial (Inapi), como garante de seriedad, transparencia y resguardo de la propiedad intelectual generada en Chile.
Fuente: El Mercurio 21.07.2020
