04 Ene Christian Schmitz V., Rector UCSC: “Estrategia de unidad en diversidad”
Al comenzar el nuevo año, en un periodo tan excepcional, hay un hecho que marcó el 2020 y que quisiera destacar en una de sus aristas, por la importancia que reviste para el país, y que podría traducir como el gran deseo para el futuro de Chile: elaborar una nueva Constitución. No obstante, parte del actual contexto resulta preocupante: la marcada polarización y los altos niveles de intolerancia en el debate público.
¿Cómo construimos unidad nacional? Estamos llamados a buscar la unidad, a fortalecer la conciencia de la democracia, la confianza en las instituciones y el ejercicio de la ciudadanía. Asimismo, y paralelamente con ello, requerimos proyectarnos, Chile y los chilenos, a largo plazo, en los diversos aspectos sociales, económicos, culturales, de innovación y educativos, de tal forma de concretar un bien común sostenible y sustentable en el futuro. Por ello proponemos construir una Estrategia Nacional de Desarrollo de Chile.
Esta construcción debería ser participativa e inclusiva, de todos y para todos. Participativamente, es decir promoviendo la consulta de opinión de los ciudadanos, considerarlos y escucharlos. Inclusiva, sin excluir a ningún segmento de la sociedad civil.
Considerando la lógica natural las redes sociales, tenemos que romper prejuicios, discriminaciones, marginación y exclusiones, y ser conscientes en cada debate de que el diálogo y la participación de miradas, muchas de ellas diferentes a la propia, son necesarias para crear acuerdos, soluciones o cambios duraderos y aceptados ampliamente.
El país se construye entre todos y para todos. Es lamentable presenciar cómo muchos sectores de la población se agrupan entre pares, considerándose frecuentemente los verdaderos patriotas, auto-reafirmando sus opiniones y marginando a los que piensan distinto. No podemos “eliminar” a los disidentes; eso es para las dictaduras.
En principio, no existen ideas ni valores que prevalezcan sobre las otras, ni tampoco supuestos “verdaderos chilenos” que impongan aquello a los que hipotéticamente no lo son. Siguiendo al filósofo de Harvard, Michael Sandel: las grandes convicciones morales y religiosas deben ser parte del debate sobre cuestiones públicas y políticas. No podemos ni debemos construir un proyecto país solo para nuestro grupo, para aquellos que piensan igual como nosotros. Ese proyecto no sería integral ni inclusivo, sino que parcial y sesgado. Somos parte de una diversidad en que nadie sobra ni debe sobrar.
Ello implica construir un Chile para todos, en que se gobierne para todos, según estándares de bien común, sin hacer primar ideologías, ni intereses parciales u ocultos.
En resumen, que este 2021 sigamos cimentando un camino para un país más justo, fraterno y humano, con una democracia fortalecida y confiable.
Fuente: El Sur 03.01.2021
Página 3 | El Sur – 03.01.2021