31 May Patricio Sanhueza V., Presidente AUR y rector UPLA: “El debate urgente sobre la formación de pedagogos”
Mucho se discute sobre la calidad de la educación que se imparte hoy, cuando la mayoría de los estudiantes aún no puede acceder a clases presenciales. Por supuesto que es un debate importante, pero cortoplacista, ya que omite la visión a largo plazo que se encuentra amenazada por un factor mucho más grave: la falta de profesores en Chile.
Los últimos procesos de admisión a las universidades muestran nuevamente un bajo interés por ingresar a las carreras de pedagogía, una tendencia que viene desde hace varios años. El Servicio de Información de Educación Superior (SIES) calcula que entre 2010 y 2020 la matrícula en carreras pedagógicas cayó 39 por ciento. Elige Educar estima que en 2025 habrá un déficit de 32 mil profesores idóneos en el sistema escolar.
Somos las universidades las encargadas de formar a los futuros profesores, por lo que vemos con preocupación esta crisis que se fundamenta en problemas estructurales que escapan a nuestro alcance. El problema deriva del modelo de desarrollo del país, centrado en el mercado de la educación y en la oferta y la demanda. Deriva también de las demás opciones de los postulantes quienes, con menor puntaje en la PTU que exigen las pedagogías, pueden acceder a carreras con más reconocimiento social y mejores condiciones laborales. Adecuar los puntajes establecidos en la ley de desarrollo docente no resuelve el problema. Por eso hemos hecho un llamado a actuar en conjunto, desde el Consejo de Rectores, el Consorcio de Universidades del Estado, la Agrupación de Universidades Regionales y el G9. El Ministerio de Educación comparte nuestro diagnóstico y preocupación, pero las modificaciones no se concretan o sufren un largo proceso de postergaciones.
No se trata de un problema que deban resolver sólo las universidades, sino que de un problema país que requiere soluciones consensuadas que configuren una política de Estado. Se necesita un plan urgente que determine esas soluciones, para luego implementarlas en forma consensuada para sostener un esfuerzo en el largo plazo.
Hay que trabajar sobre los aspectos que influyen en que una persona quiera o no estudiar pedagogía, en donde es de gran importancia la vocación profesional, el reconocimiento social y la dignificación de la profesión, la autonomía en su desempeño y las condiciones laborales, entre otras. Hablamos de un cambio cultural que parte por crear las condiciones estructurales que lo permitan.
Eso incluye un cambio del actual centralismo que asfixia a las regiones. En efecto, la crisis de las carreras pedagógicas es más compleja y aguda en las regiones, ya afectadas por una serie de factores que benefician una y otra vez a la Región Metropolitana.
Insisto: no es un tema para un gobierno, es una política de Estado para mucho tiempo. La transformación de la educación no se logrará en tres o cuatro años, por lo que ya es seguro que conviviremos con el déficit de profesores durante años. La educación de calidad del país debe ser asumida por profesores chilenos y en condiciones de igualdad para toda la población, de Arica a Magallanes.
Todo lo dicho solo enfatiza la urgencia de ponerse a trabajar en las soluciones ahora. Transformar la educación es la herramienta más importante, no solo para el desarrollo material, sino para el desarrollo espiritual, la calidad de vida, la convivencia y la democracia de nuestro país. Esto es lo que está en juego y, por ello, reformas como esta son absolutamente imprescindibles y urgentes.
Fuente: Mercurio Valparaíso 30.05.2021
https://www.mercuriovalpo.cl/impresa/2021/05/30/full/cuerpo-principal/10/