14 Jun Rodrigo Alda V., Rector UCN: “Enfrentando juntos el futuro”
“Vivimos en un mundo más pequeño, interconectado, interdependiente, donde la colaboración es clave para el futuro”.
Cualquier análisis del momento parece inviable si antes no pasa por el cedazo de un comentario que aborde la pandemia de coronavirus que nos acompaña hace poco más de un año.
Solo para recordar que hace doce meses la región de Antofagasta sumaba 149 casos de infectados, mientras que hoy son aproximadamente 54 mil, en tanto que en el país pasamos de 10 mil enfermos en mayo-junio de 2020, hasta casi 1 millón 400 mil personas, apenas 365 días después.
Todo cambió. Y no hablo solo de cifras de contagiados y decesos que lamentamos en el alma; me refiero a una alteración de todas nuestras prácticas a escala global.
Pero también hay que reconocer que el mundo estaba en una transformación enorme mucho antes de que se descubriera este virus en un mercado de la ciudad china de Wuhan. Pobreza, hambre, salud, mejoras en el medio ambiente y calidad de vida, educación y equidad de género, solo por nombrar algunos, aparecían como algunos de los asuntos a resolver a escala global.
Hace 65 años varios de estos problemas estaban abiertos. Entonces nació la Universidad del Norte, en una ciudad radicalmente diferente a la de hoy, que apenas sumaba 65 mil almas y que pugnaba por mejorar la calidad de vida y oferta para sus jóvenes habitantes.
Desde entonces, y con los fundamentos del Humanismo Cristiano, la UCN ha contribuido al desarrollo de la persona, de la sociedad y de su herencia cultural, en el Norte de Chile, creando y difundiendo conocimiento a través de la docencia, la investigación y la vinculación con el medio.
Nuestro aporte se ha traducido en los miles de profesionales en todas las áreas que sirven con especial énfasis en las regiones de Antofagasta y Coquimbo; en investigaciones y acciones coordinadas con diferentes grupos de interés y socios comunitarios en pos del bien común, todo lo cual ha redundado en la consolidación de esta porción de desierto como uno de los espacios más importantes del país.
Ese compromiso y visión es el que nos ha permitido convertirnos en una Universidad de Excelencia, acreditada por seis años, la única en todo el Norte Grande, lo que es un orgullo para Antofagasta y Coquimbo, además de ser un aliciente para seguir sirviendo con humildad y responsabilidad a la sociedad que nos cobija.
Pero el futuro seguirá con cambios y para ello nos estamos preparando. La pandemia nos dio un vistazo de cuánto pueden modificarse nuestras existencias, con un virus invisible a los ojos. Así vendrán más transformaciones determinadas por la consolidación de China como eje cultural y económico planetario, las alteraciones del cambio climático, el desarrollo de la robotización, entre tantos otros. En todos estos asuntos tenemos mucho que conocer, debatir y proponer.
Y para estos nuevos escenarios el trabajo de la Universidad, de sus académicos, investigadores y futuros profesionales, es fundamental y nuestro compromiso seguirá vigente, tal como lo hemos hecho por 65 años.
Las regiones de Antofagasta y Coquimbo tienen un futuro maravilloso si somos capaces de soñarlo y co-construirlo en conjunto, con compromiso por los más necesitados y las próximas generaciones. Es el desafío de esta generación y de este momento, más allá de la pandemia y para aquello estamos disponibles.
Fuente: Mercurio Antofagasta 12.06.2021
https://www.mercurioantofagasta.cl/impresa/2021/06/12/full/cuerpo-principal/12/