Patricio Sanhueza V., rector UPLA: “Universidades regionales y procesos de desarrollo”

Patricio Sanhueza V., rector UPLA: “Universidades regionales y procesos de desarrollo”

Las universidades regionales han tenido y tienen una influencia muy fuerte en el desarrollo de las regiones del país. Sin embargo, no ha habido una política pública sistemática para su desarrollo, pese a que cumplen una misión trascendente en la formación de profesionales que respondan a las necesidades territoriales, así como en la investigación situada, el postgrado, la innovación, la cultura y el rescate de las identidades regionales.

Estos conceptos los dije hace nueve años, al asumir por primera vez como presidente de la Agrupación de Universidades Regionales (AUR). Planteaba entonces la necesidad de avanzar en descentralización, autonomía regional, mayores recursos para regiones y mayor fortalecimiento de estas universidades al servicio de los territorios.

Hoy, luego de entregar el cargo a la rectora de la Universidad de Aysén, Natacha Pino, la primera mujer presidenta de uno de los referentes universitarios importantes de Chile, un balance inicial nos muestra que estos desafíos siguen presentes. Hemos avanzado mucho y hoy las universidades regionales tienen un rol importante en el progreso regional y en el debate público, donde su voz es considerada y esas demandas históricas son estudiadas con seriedad, pero falta mucho camino por recorrer.

Tomemos el caso de la tan anhelada descentralización. Esta es una lucha de décadas, durante las cuales cientos de personas e instituciones han clamado y unido esfuerzos para superar la inaceptable desigualdad territorial, que se caracteriza por un desdén hacia las regiones y su exclusión real en la toma de las decisiones.

En un marco político más general, esta lucha ha logrado avances menores, como los que experimentamos al poder elegir nuestras autoridades regionales, que ya no dependen del favor de Santiago. Otras aspiraciones cristalizaron en la propuesta de nueva Constitución que hoy se somete a plebiscito. En el punto más específico, estos cambios pueden fortalecer nuestras misiones institucionales, ya que podemos realizar un trabajo más estrecho con personas y entidades que comparten el compromiso territorial; la necesidad de investigación, ciencia e innovación con foco local; y especialmente la confianza en nuestras gentes, nuestros talentos, nuestras culturas. Las universidades regionales han comprometido su apoyo irrestricto a este proceso.

La pandemia también fue un factor poderoso para demostrar cómo estas sinergias entre universidades, autoridades y sector privado podían funcionar positivamente en forma descentralizada. La rápida reacción de nuestras casas de estudios para poner sus laboratorios al servicio de la salud de las personas fue el ejemplo más evidente.

Dicho esfuerzo fue costoso en varios sentidos. Me centro en el inmenso esfuerzo transformador y adaptativo de académicos, estudiantes y funcionarios; y en el costo económico que tuvo para nuestras universidades, ya debilitadas por un sistema presupuestario inequitativo que favorece a las grandes instituciones, especialmente de Santiago. Por ello, la siguiente tarea es obtener mayores recursos para las regiones y, como consecuencia, para sus universidades, que así podrán tener las herramientas para un sólido trabajo en favor del desarrollo local.

En esta tarea, las universidades regionales seguiremos trabajando, independientemente y en forma mancomunada a través de AUR. Sabemos que la rectora Natacha Pino tiene la inteligencia, capacidad y liderazgo necesarios para estas desafiantes tareas. Además, como ella lo anticipó, aportará un sello femenino diferenciador que es hoy tan necesario.

Fuente: El Mercurio Valparaíso 04.09.2022
https://www.mercuriovalpo.cl/impresa/2022/09/04/full/cuerpo-principal/10/



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