10 Jun Alberto Martínez Q., Rector UNAP : “135 años”
El pasado 7 de junio, uno de los establecimientos históricos de nuestra Región cumplió 135 años de vida, templando en sus aulas a cientos de generaciones, dejando un legado de orgullo y afecto en miles de egresadas y egresados por el hoy señero Liceo Bernardo O’Higgins Riquelme, otrora Liceo de Hombres y también Liceo A-7.
Un establecimiento que ha demostrado que la educación pública de calidad es posible. Así incontables generaciones han aportado y contribuido a nuestra sociedad, algunos desde importantes sitiales, otros desde su silenciosa labor diaria, pero no por eso menos trascendente. Fuente de amistades inquebrantables, porque en este querido liceo, no sólo se transferían conocimientos, sino que también valores.
Ad portas de un proceso constituyente, donde se escribirá nuestra nueva constitución y se redefinirán las bases del país, una tarea pendiente e importante, es rescatar la tradición de los establecimientos públicos, quienes entregaban igual o, en algunos casos, mejor calidad que un establecimiento particular. Donde respirábamos la vocación formadora de profesoras y profesores, que además de educar, eran verdaderos padres y madres aconsejando, apoyando, orientando y transformándose en modelos a seguir.
Nos enseñaban del respeto, ser personas y el tener opiniones fundadas, temas tan añorados en nuestros días.
Ellas y ellos, con sus propios testimonios de vida, nos inculcaron que la educación es la verdadera herramienta para la movilidad social, y que, solamente estudiando, esforzándonos, trabajando con honestidad y sanos valores, se puede construir una mejor sociedad.
En la tradicional ceremonia de aniversario, virtual y organizada por el centro de exalumnos y alumnas que cumple 85 años de vida, se destacó la formación recibida por distintas generaciones, ejemplo que debieran considerar las y los constituyentes al construir nuestra nueva carta magna. Acérquense, conversen, recopilen la experiencia de las y los más jóvenes, más viejos y sabios, pero que siguen en un constante aprender y hacer, pues como dice el himno de este querido liceo,
Un establecimiento que ha demostrado que la educación pública de calidad es posible. Así incontables generaciones han aportado y contribuido a nuestra sociedad, algunos desde importantes sitiales, otros desde su silenciosa labor diaria, pero no por eso menos trascendente. Fuente de amistades inquebrantables, porque en este querido liceo, no sólo se transferían conocimientos, sino que también valores.
Ad portas de un proceso constituyente, donde se escribirá nuestra nueva constitución y se redefinirán las bases del país, una tarea pendiente e importante, es rescatar la tradición de los establecimientos públicos, quienes entregaban igual o, en algunos casos, mejor calidad que un establecimiento particular. Donde respirábamos la vocación formadora de profesoras y profesores, que además de educar, eran verdaderos padres y madres aconsejando, apoyando, orientando y transformándose en modelos a seguir.
Nos enseñaban del respeto, ser personas y el tener opiniones fundadas, temas tan añorados en nuestros días.
Ellas y ellos, con sus propios testimonios de vida, nos inculcaron que la educación es la verdadera herramienta para la movilidad social, y que, solamente estudiando, esforzándonos, trabajando con honestidad y sanos valores, se puede construir una mejor sociedad.
En la tradicional ceremonia de aniversario, virtual y organizada por el centro de exalumnos y alumnas que cumple 85 años de vida, se destacó la formación recibida por distintas generaciones, ejemplo que debieran considerar las y los constituyentes al construir nuestra nueva carta magna. Acérquense, conversen, recopilen la experiencia de las y los más jóvenes, más viejos y sabios, pero que siguen en un constante aprender y hacer, pues como dice el himno de este querido liceo,
Fuente: Estrella Iquique 10.06.2021
